El artículo contiene reflexiones acerca de la felicidad humana, en tanto que meta y realidad dinámica que se forja a lo largo del desarrollo personal del hombre, y en los entornos que definen los vectores principales que lo especifican: sus capacidades de libertad, de confianza y de amor.
Categoría: Educación familiar
¿Una mutación genética?
A finales del pasado año,[1] publiqué unas cavilaciones sobre ese fenómeno inédito antes de nuestros días, y cuyo rasgo estructural más distintivo es la preferencia que muestra un creciente número de personas de edades varias (no sólo jóvenes, ni mucho menos) por afrontar su vida en solitario, al margen de planteamientos de cohabitación habitual de cualquier sesgo que pudieran siquiera evocar, de algún modo, la existencia de vínculos jurídicos de índole conyugal y, por tanto familiar entre los eventuales convivientes. Hoy, retomando el hilo de aquellas reflexiones, me pregunto ¿Se ha producido acaso una mutación genética que ha llevado a tantos a la indiferencia y al solipsismo tras amputar en ellos el impulso social primigenio a formar familia?
El binomio autoridad-motivación
Como es sabido, los motivos son agentes de la acción, y, como tales, dinamizan la voluntad y facilitan su determinación y empeño en el logro del bien concreto del que cada uno de ellos da razón. El motivo surge del descubrimiento de un valor, de una de las especificaciones del bien; y, en este sentido, la acción educativa se ha de aplicar, muy en primer término, en facilitar tal descubrimiento al sujeto de la educación.
De la autoridad y el liderazgo*
Ahora, cuando tantas voluntades parecen abrirse a la necesidad de un gran pacto educativo, creo que no está de más dedicar un buen rato a reflexionar sobre la autoridad, haciéndolo, naturalmente, desde el punto de vista de la educación entendida como proceso intencional de mejora hacia la excelencia humana, y procurando buscar, en su significado, … Sigue leyendo De la autoridad y el liderazgo*